Érase una vez Wolfe y Montcalm
GABO SAN MARTÍN
Cuando piensas que en el espacio de media hora, se puede definir el destino de todo un territorio, de su gente y de su historia, que en el espacio de media hora un combate mítico puede ser decisivo y convertirse en una de las batallas claves de la famosa Guerra de los Siete Años, considerada como “guerra mundial” por muchos historiadores, y que ponía nuevamente en conflicto a los eternos rivales: Inglaterra y Francia. Cuando piensas que esto ocurrió a solamente a 253 kilómetros de Montreal…
La batalla a la cual hago referencia es la batalla de Plaines d’Abraham en Québec, que tuvo lugar el 13 de septiembre de 1759, donde encontraron la muerte 600 soldados franceses y canadienses, así como 60 soldados britá- nicos. Pero lo curioso de esta batalla es que también murieron esa mañana los generales de los dos ejércitos, que hoy llevan el nombre de las calles que bajan desde el parque Lafontaine hasta la calle Notre-Dame Este, una al lado de la otra. Estas son las calles Montcalm (general francés) y Wolfe (general inglés). Esta batalla puso fin al dominio del territorio francés de las orillas del San Lorenzo, cediendo de esta manera el territorio, pero también a los habitantes, lo que hoy llamaríamos el “’pueblo”, al yugo de la dominación inglesa. Se dio así comienzo a un nuevo episodio de la historia de esta tierra en que vivimos, la cual, a partir de 1763, estará oficialmente bajo la tutela de Inglaterra.