Sin pena ni gloria
Recordando a Manuel Fierro y la difícil situación de Radio Centre-Ville
Carmen González
“Sin pena ni gloria”, decía el correo electrónico que estaba leyendo y que hacía referencia al hecho de que Radio Centre-Ville cierre eventualmente sus puertas. En ese mismo instante sentí una tristeza enorme y la nostalgia se hizo presente.
Una de mis tareas, cuando empecé à trabajar en COPSI, fue la de preparar la información (traducir en español) que el presentador de nuestro programa de radio Póngase al día con COPSI tenía que leer. En él hablábamos de noticias de inmigración y/o de las actividades del sector comunitario y de nuestro organismo.
Meses después, empecé a ir a la radio a presentar el programa en directo y desde el primer día, Don Manuel Fierro fue mi co-presentador. Fuimos compañeros de radio durante 15 años. El programa salía en ondas dos veces al mes y nunca faltamos: ni en el verano con el calor que nos asaba en ese estudio sin aire ni en el invierno aun cuando hacía -35 grados centígrados, ahí llegábamos puntualmente. Yo le decía: “Don Manuel, no venga con estas temperaturas extremas y él sonriendo siempre me respondía: “No se preocupe mijita. Aquí tamos, pus”.
Tengo muchos recuerdos, pero hay uno que representa mucho a Manuel Fierro. Fue en el verano del 2008, cuando nos tocó informar del asesinato del joven Freddy Villanueva por agentes policiales en Montreal-Nord. Yo nunca vi a Don Manuel tan afectado, a tal punto que después que terminó el programa, el director de la radio lo llamó y le pidió se calmara. Pero, para Don Manuel, esa situación iba más allá del entendimiento y él siguió no solo informando sino denunciando todas las situaciones de abuso, de discriminación y de racismo que viven los inmigrantes, sobre todo los adultos mayores. Memorable fue la consigna de su programa dirigido a la gente de edad: “Viejos sí, pero sin apellido”. Yo a veces lo veía como un Don Quijote, peleando solo contra los molinos de viento. La fórmula que utilizábamos para nuestro programa consistía en que él me hacía preguntas sobre un tema. Pero había días en que las preguntas que me hacía no tenían nada que ver con el tema que yo llevaba. Ahí no había nada que hacer sino seguirle la corriente. Yo terminaba riéndome.
Cuando yo llegaba a la radio, él ya estaba ahí, preparando las noticias que tenía que leer porque él fue de todo en Radio Centre-Ville: animador, presentador de noticias, reportero, técnico, presidente del equipo hispano y miembro incondicional de ese medio de comunicación. Él creía en el poder de la palabra y en el deber de informar a todas las personas. Y para eso servía la radio comunitaria. Y ese era el medio que él utilizaba.
Tengo que decir que el programa de COPSI en Radio Centre-Ville tuvo sus inicios en los años 80. El cofre de los recuerdos fue su rimer nombre y fue presentado, entre otros, por la Sra. Zorka Covacics y por la Sra. Myriam Barría, dos fundadoras y exdirectoras de nuestro organismo.
Nostalgia de
Radio Centre-Ville
Por eso me da mucha nostalgia, saber que después de muchos meses tratando de llegar a un acuerdo, finalmente la radio se encuentre en una situación tan difícil, prácticamente al borde de cerrar sus puertas. El medio comunitario no solo pierde un espacio, sino que es la información la que pierde una gran audiencia. Nuestro programa llegaba a las personas que por razones diferentes no pueden salir de sus casas. Nosotros recibíamos llamadas de los oyentes, después que terminaba nuestro programa. También las personas se presentaban a nuestro organismo porque nos habían escuchado tratar un tema en la radio.
Lo que más duele son todas estas personas que tenían una radio en español, un programa que se dirigía a ellos, que les hablaba de sus situaciones y de posibles soluciones. Y ahora no lo tienen.
Hablando con una colega amiga sobre esto, me dijo: “El problema es que es así cómo van cerrando los organismos comunitarios que llevan años sirviendo a la comunidad”.