Salvaguardar la información

CLAUDIA PONCE

Muchos acontecimientos recientes nos hacen pensar en salvaguardar: salvaguardar nuestra integridad de los atentados en el mundo, nuestras propiedades de las inundaciones a lo largo de las riberas quebequenses, nuestras informaciones del pirateo de miles de computadoras a lo largo y ancho del mundo.

Nuestra integridad personal depende de que la fortuna nos acompañe en nuestros desplazamientos, solo debemos evitar exponernos, en la medida de las posibilidades.

Inundaciones: ver donde establecemos nuestras propiedades, averiguando la historia de la zona que nos guste para invertir, y en caso necesario buscar los mejores medios de protección de la ingeniería.

¿Y nuestras informaciones? ¿Qué caminos tenemos para protegernos cuando abrimos nuestro ordenador? El primer paso es que el sistema operativo de la computadora esté al día. Microsoft trata en lo posible de cerrar las brechas que encuentran los cyberpiratas. Podemos también instalar un ‘‘antivirus’’, existen diferentes en el mercado y tendremos más protección. Si tenemos los medios, compremos un para-fuegos, pero esta es una protección muy cara para los simples humanos.

¿Qué hacer entonces? Lo mejor y no muy caro: creemos nuestra propia salvaguarda: una memoria externa que actualicemos frecuentemente con el contenido de nuestro ordenador. Resultado: si nos piratean, a pesar de las medidas que hemos tomado, no pagaremos por recuperar nuestra información. ¡Limpiamos la computadora y la recargamos con la última versión guardada de nuestra información! ¡Salvaguardemos!