Ferrer llega de niña a Montreal. De la mano de su madre comienza a percibir que su camino se irá haciendo a partir de un lápiz y un papel. Esta es su historia: entre gouaches, acuarelas, tintas, grafitos… y medios digitales. Es también la autora del libro Racines (ver texto al fin del artículo).

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GABRIELA ANA LIM

¿Cuándo comienzas a dibujar?

Dibujo desde que pude tomar un lápiz, como a los 2 o 3 añitos. ¡Desde ese entonces supe que lo que quería hacer de mi vida era dibujar! ¡Y no he parado!

¿Vienes de una familia de artistas?

El arte ha tenido mucha importancia en mi hogar. Mi madre también fue diseñadora e ilustradora por un buen tiempo. Mi padre puede tocar cualquier canción en el cuatro venezolano o el ukelele, con solo oírla una vez. Mi hermana tiene un vozarrón que admiro.

Te has recibido de ilustradora y diseñadora en Dawson College. ¿Por qué razón decides estudiar arte?

Cuando era chiquita, acompañaba a mi madre a sus cursos de dibujo en la UQÀM. Solo quería estar con ella, dibujar y aprender lo que le enseñaban sus increíbles profesores. Eso hizo alimentar mi amor por el dibujo y todo lo que sea expresarse de manera creativa. En ese momento decidí que yo también iba a tomar esos cursos al ser adulta. Todos mis estudios se han desarrollado teniendo esto en mente.

¿Se puede ser autodidacta en el arte?

¡Absolutamente! Los estudios ayudan con todo lo que es técnica y fundamentos. Pero son solo herramientas. Lo importante es saber lo que uno necesita para ser mejor artista. Bastante de lo que he aprendido viene de otras fuentes: amigos, Internet y cosas que no tienen relación directa con el arte: como la costura. Lo más importante es estar abiertos. No importa de dónde venga lo aprendido. Pero sí hay que aprender.

Y luego estudias diseño en la UQAM ¿Y qué ilustras?

¡Dibujo de todo un poco! He tenido la oportunidad de hacer carátulas de textos políticos, revistas de cocina como Trois Fois par Jour, animaciones y también cuentos para niños. Lo que más me interesa es el reto de tomar un tema cualquier y darle forma con un dibujo.

Quizás hay días cuando no se te ocurre ninguna idea. ¿Qué te sirve de fuente de inspiración?

Me fascina el trabajo de todo tipo de artistas, sea la ilustración, animación, diseño gráfico, tipografía, escultura, pintura, etc.

Me inspira ver qué es lo que inspira a la gente que yo admiro. Cuando no se me ocurren ideas, intimida mucho tener una página en blanco. Lo que hago entonces es utilizar papel reciclado o algún cuaderno con crayones de cera, marcadores o acuarela de estudiantes (material barato y fácil de encontrar).

Así no siento que siento que ‘tengo’ que hacer una imagen.

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Responde Marianne Ferrer

Un artista

¡No puedo elegir uno solo! Recientemente estoy fascinada con las obras de Inca Pan, Catarina Sobral, Maggie Chiang, Amélie Fontaine, Violeta Lopiz, Golly Bard y mil otros.

Un color

Negro y blanco, tan simple como el lápiz sobre papel.

Una técnica

Gouache, acuarela, tinta y grafito. Mi manera favorita de trabajar es comenzar con medios tradicionales y terminar con numéricos.

Un libro

No puedo parar de leer y admirar las bellas ilustraciones de Une Berceuse en Chiffon de Isabelle Arsenault y Amy Novesky.

Una canción

La primera canción en mi playlist de trabajo es Anthem de Emancipator.

En primera persona

“Nací en Caracas, Venezuela. Llegamos a Montreal con mis padres y mi hermana en 1998 un poco después del famoso verglas. Tenía 7 años. No pasé mucho tiempo allá, pero aún hoy tengo tantas memorias importantes: jugar con mis primos, aprender a nadar en la playa, los fines de semana en la casa de mi abuela, ir al colegio por primera vez. Todo esto hizo de mi infancia algo muy especial. Cuando la situación política estaba un poco más estable, íbamos a visitar durante un par de meses, cada verano. Pero no he tenido la oportunidad de ir desde 2008. Ese año, ya adulta, me sentía más como una turista en mi propio país de tanto que había cambiado.

Aunque, después de casi 20 años en Montreal me siento más canadiense que venezolana, esto no quita la importancia a mis raíces latinas. En el hogar siempre se habla en español, cocinamos nuestra comida venezolana. Es mi primera cultura y ese núcleo familiar es lo más fundamental de mi identidad”.

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Racines, bellísimo libro

RODRIGO ORTEGA

Tuve el privilegio de leer hace algunos días el excelente libro Racines, creado por Marianne Ferrer. De pocas páginas pero todas de calidad y bellamente ilustradas, Racines alude artísticamente a las raíces humanas, a los vínculos que se tienen con el pasado, el presente y el porvenir en una perspectiva muy mágica y profunda. Verdadera obra de arte, el libro puede ser leído por niños y adultos con el mismo interés y fascinación.