Trudeau depositará proyecto de ley sobre residencia permanente
CARMEN GONZÁLEZ,
DIRECTORA DEL CENTRO DE ORIENTACIÓN
PARALEGAL Y SOCIAL PARA INMIGRANTES (COPSI)*
El gobierno de Trudeau se prepara para depositar de aquí a finales del año un proyecto de ley que modificará las reglas que enmarcan “la residencia permanente condicional. (A mí siempre me ha parecido que la palabra “condicional” y “permanente”, no van juntas, pero bueno…). Los organismos comunitarios esperamos que esta ley sea abolida completamente, ya que afecta a todos los inmigrantes apadrinados por su cónyuge; estamos hablando de más o menos 36 000 personas en Quebec, entre 2008 y 2012.
En el 2012, el gobierno de Harper pasó una ley que dice que todas las personas apadrinadas por su cónyuge reciben una residencia permanente condicional si la pareja tiene menos de dos años de relación, no tienen hijos en común y/o se separan al interior de los dos años inmediatos a la obtención de la visa de residencia.
El único objetivo de esta ley es el de impedir los falsos matrimonios. Es decir, las parejas que se casan solo para conseguir la residencia canadiense. Desde el anuncio de este proyecto de ley, los organismos comunitarios que trabajamos en inmigración, los expertos en el tema y los centros de mujeres nos opusimos a él, pues consideramos que sus efectos son perversos.
Vulnerabilidad
De acuerdo con un estudio hecho por la Universidad de Laval, en el 2014, esta ley afecta aún más a las mujeres apadrinadas por su cónyuge, ya que esta situación, en sí, las vuelve vulnerables, porque dependen de manera jurídica, económica y social de su marido. Eso en una situación normal, pero tomemos el caso de las personas apadrinadas que viven una situación de violencia con sus parejas y que deben aguantarla porque si se van de la casa pierden sus papeles. Esto es lo que nosotros más deploramos, sobre todo aquí en Quebec, en donde la igualdad de género no solo se promueve, sino que se defiende.
En resumen, esta ley le da poder a la persona que apadrina sobre la persona apadrinada y todos sabemos que en caso de violencia familiar, la mujer, en la mayoría de los casos es la víctima. Muchas de estas mujeres no hablan ni francés ni inglés cuando llegan a Canadá, no entienden cómo funciona esta sociedad y tampoco tienen amigos. Estas mujeres están aisladas. El solo hecho de inmigrar puede ser causa de muchas enfermedades. Seis de cada diez mujeres mencionadas en un estudio dijeron tener problemas de salud como infarto, la enfermedad de Crohn o inflamación de la vesícula biliar.
El problema es que el inmigrante que es apadrinado por su cónyuge depende completamente de él. De acuerdo con las reglas fijadas por Ottawa, el esposo se compromete a cubrir todas las necesidades de la mujer durante los tres años que dura el apadrinamiento. Ella no tiene derecho a ningún programa social y un acceso limitado a los cursos de francés. El padrino debe no solo cubrir todas las necesidades de su esposa durante los tres años, sino que la pareja debe mantenerse unida por un mínimo de dos años para probar al Estado que se trata de una verdadera unión conyugal y no de un fraude para inmigrar a Canadá.
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