Entre irse y quedarse (De un poema de Octavio Paz)

FOTO: BOUCHECL

LUISA OLAYA

Una palabra común para cuando uno cambia de domicilio es mudarse. En mi país no la utilizamos mucho, por eso me suena algo extraña. Este vocablo me parece más propicio para hablar de mudar de piel en un sentido metafórico, algo poético.

Claro que si buscamos bien profundo, cambiar de casa o de barrio es también hacerse una piel nueva. Hay que buscar una nueva panadería, una tienda en donde comprar leche hasta las nueve de la noche y una farmacia de turno. También mirar qué línea de bus sirve, cual es el camino más corto para llegar al trabajo; es rehacer las caminatas, las rutinas, acomodarse al lugar por donde entra el sol en las ventanas y dejar a los vecinos queridos un lugar en el corazón.

Para quienes van a cambiar de dirección

Dejando de lado la poesía y el sentimiento, aterricemos en la realidad. Cuando uno decide cambiar de casa, para evitarse dolores de cabeza, se sabe que hay que hacer el cambio con varios ministerios, con las compañías que ofrecen servicios, con hospitales, con los acreedores y con muchas otras instituciones. Algunas personas pagan $ 100 a Postes Canada para que el correo sea remitido a donde se mudaron ¡Lo que no todos comprenden es que la notificación con el cambio debe hacerse de todas maneras! Conozco quienes han tenido problemas porque dejaron pasar el tiempo y asumieron que Postes Canada ofrecía un servicio eterno.

Pensar el en futuro

Si organizar sus asuntos es importante para el común de las personas, imagínense para quienes nacimos en otro país. A nosotros, inmigrantes, en el momento de ordenar los documentos para la pensión de vejez, se nos pedirá una lista con las direcciones en donde hemos vivido y ella debe concordar con los cambios que habremos hecho. Como quien dice: ¡a tomar nota!

El baile de las mudanzas

Todavía faltan dos meses para el baile de las mudanzas. Queda tiempo para llevar los artículos que vamos a regalar a los bazares o al Ecoquartier y claro está, para hacer los cambios de dirección. Primero, en el sitio internet de Service québécois de changement d’adresse o en el número 514-644-4545 . Con una sola llamada o en un solo click, se puede notificar el cambio a los siguientes ministerios y organismos:

• Revenu Québec
• Régie des rentes du Québec
• Régie de l’assurance maladie du Québec
• Directeur général des élections
• Ministère de l’Emploi et de la Solidarité sociale
• Société de l’assurance automo bile du Québec

En el sitio internet de Protegez- Vous, nos dan también una ayudita.

Para terminar el texto completo de Octavio Paz, del poema que da el titulo al artículo. Y de verdad así nos sentimos a veces, entre dos mundos, incluso sin mudarnos :

Entre irse y quedarse

Entre irse y quedarse duda el día,
enamorado de su transparencia.

La tarde circular es ya bahía:
en su quieto vaivén se mece el mundo.

Todo es visible y todo es elusivo,
todo está cerca y todo es intocable.

Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz
reposan a la sombra de sus nombres.

Latir del tiempo que en mi sien repite
la misma terca sílaba de sangre.

La luz hace del muro indiferente
un espectral teatro de reflejos.

En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.

Se disipa el instante. Sin moverme,
yo me quedo y me voy: soy una pausa.