Destinos en América Latina: Panamá
El Valle de Antón es un oasis en la región
KATY TORRES
En nuestro imaginario popular, Panamá se ha hecho sinónimo de su famoso canal, el que comunica el Océano Pacífico con el Atlántico. Una de las obras de ingeniería de mayor importancia producto del esfuerzo humano, ciertamente.
Pero hay algo más en este país igualmente asombroso: el cráter volcánico habitado más grande del mundo. Conocido como “El Valle de Antón”, ubicado en la provincia de Cocle. Es un lugar geológicamente único.
El cráter se formó cuando el vol-cán hizo erupción hace unos 5 mi llones de años. De hecho, esas “montañas” que encierran el valle, son en realidad los bordes de un gigantísimo cráter.
El Valle de Antón es como un oasis en este país. Un rinconcito verde en abundancia, con un microclima particular de bosque nuboso que transmite frescor y vida.
Íconos de la región
Los rasgos que distinguen a esta región son principalmente de or-den natural. Está el árbol cuadrado, una especie endémica de la región cuyo tronco es efectivamente cuadrado (¡y no redondo!). Y la Rana Dorada, que hay que rescatar. Una especie bastante especial color naranja-oro, que tristemente está viviendo una crítica extinción debido a un hongo expandido por el continente americano. Para conocerlas, se puede visitar el jardín Zoológico El Níspero o el Hotel Campestre.
También hay una montaña cuya cima se asemeja a la silueta de una mujer acostada boca abajo, por eso es conocida como la India Durmiente.
En la Piedra Pintada, una roca enorme situada bajo la India Dormida, se reconocen unos petroglifos no descifrados. Son testimonios de la cultura precolombina del Valle.